
y así fue, terminó the early years (curiosa falsa biografía de los inicios cinematográficos del fundamental lars von triers, que a mi parecer no pasó de anecdótica y por momentos entretenida) y aquellos con invitación pudimos entrar en la sala contigua donde sidse y line nos esperaban con sus instrumentos y delicadeza.
pero ¡ay! también llegaron los canapés y las bebidas, y todos esos invitados por el festival, defensores de la cultura (incluido, el primero, el embajador danés), se decantaron por poner todo su empeño en dar buena cuenta de la gastronomía variada que pasaba delante de sus narices mientras charlaban de lo humano y lo divino y se olvidaron de ese dúo al que, en la charla de antes de la película, aplaudieron y defendieron. y mientras, unos pocos que casi nos encontrábamos allí por casualidad y de refilón intentamos en vano que el ruido general interfiriera lo menos posible en la música de las danesas monkey cup dress, que interpretaron delicadas canciones de aire folk, acompañándose del sonido del violonchelo, guitarras, ukelele o incluso xilofón según el momento.
al final, una oportunidad desperdiciada a medias y, esperemos la primera de bastantes más actuaciones de una de las promotoras que más envidia dan últimamente a quienes no anden cerca de los conciertos que programan.
y el rollo? mal colleen o más unas primeras cocorosie?
ResponderEliminarmás, nada de mal, sorry
ResponderEliminarpues en el concierto del domingo, donde desapareció cualquier atisbo indietrónico no me atrevería a decir que fueran muy cocorosie (con collen no te puedo comparar por desconocimiento). folkie elegante de acompañamiento minimal, muy delicado.
ResponderEliminarque evento más extraño no?
ResponderEliminarun tanto kitsch
ResponderEliminarbueno, en realidad es que era un cóctel para los invitados de dinamarca disfrazado de actuación de un grupo danés.
ResponderEliminarsupongo que lo típico de estos eventos.