
y no lo es porque la banda siempre fue la unión de dos formas de entender la música y, desgraciadamente, una de ellas se ha perdido. por eso the evangelist solo puede sonar a una mitad de lo que eran los discos de the go-betweens. pero por otra parte robert forster ha preferido continuar con la línea que estaban trazando antes que reinventarse innecesariamente. y esto es lo que acerca al álbum a, especialmente, occeans apart (el más forster de la nueva época del grupo), esa concepción reposada del pop que no busca hacernos bailar sino, más bien, invitarnos a disfrutarlo relajadamente.
y dentro de esa premisa de buscar como máximo los medios tiempos, the evangelist pasa de convencernos con canciones del nivel de if it rains, pandanus o don’t touch anything a, directamente, conmovernos con from ghost town o la emotiva demon days. sin perder en ningún momento ninguna de las virtudes que le presuponíamos por su pasado y demostrando que, si robert forster ha publicado este disco (como podemos suponer) como sincero homenaje a grant mclennan, puede sentirse orgulloso de lo que ha hecho, porque es fiel a lo que eran the go-betweens y, además, un disco de esos que se te van colando poco a poco hasta hacerse imprescindible. yo ya estoy dejándome convencer, claro.
"demon days" es estremecedora. no he escuchado lo suficiente del disco como para formar una opinion, pero esa cancion es increible.
ResponderEliminar